jueves, 1 de mayo de 2025

El camino de Alejandro Lullo.

 Me inicié con la práctica del Bonsai durante  el año 2004 con la  profesora Mónica

 Laloggia en el Centro Cultural del Sindicato de Trabajadores Municipales de La

 Matanza.


Con Monica Laloggia.


En el año 2005 continué la práctica junto a la maestra Marta E. Capelli en el

 Vivero "La Casa del Bonsai" completando toda la cursada hasta el año 2011.


Con la Maestra Marta Capelli y Eugenio.


Apartir de entonces Marta me permitía en el Vivero dictar talleres de Bonsai 

para ir formando mis conocimientos como instructor. En Marzo de 2013, Marta 

fallece y así llegamos hasta hoy en día donde sigo dictando talleres en el 

mismo Vivero que ahora está a cargo del maestro Lucas Díaz Puentes.

Con Lucas Diaz.

Desde hace 13 años todos los Sábados, entre Marzo y Diciembre, acompaño a

 Lucas en el dictado de los mismos.

La práctica del Bonsai me llevó a estudiar durante 5 años idioma japonés en el

 Centro Nikkei Argentino junto a Tamashiro sensei. Hasta que en Abril de

 2009, durante el "Hanami", cumplí el sueño de viajar a Japón. El objetivo fue

 pasar 5 dias completos trabajando en el Museo Shunkaen propiedad del sensei

 Kunio Kobayashi.


Con Sensei Kobayashi y Valentin Brose.


Por esas cosas de la vida me tocó ser el primer argentino

que pisó el Museo Shunkaen de Tokyo, Japón.

Allí pude disfrutar de trabajar y aprender mucho sobre el mundo del Bonsai japonés 

junto sensei Kobayashi y su 

staff entre los cuales se encontraba un querido amigo que también estaba

 formándose en la práctica del Bonsai. Me estoy refiriendo a Valentín Brose,

 quién hoy es figura del Bonsai alemán.


Con Valentin Brose en Shunkaen.


Al volver de Japón, entre un baúl de recuerdos y anécdotas me traje una idea:

descubrir y trabajar con los árboles y demás plantas nativas de la región donde

 vivo. Así nació, en el año 2010, esta idea llamada Bonsai Pampeano,

 de la cual pueden tener más detalles en el blog que vengo llevando adelante:  

 

Gracias a este trabajo con árboles y demás especies nativas pude realizar las siguientes actividades:

-  Participación en Exposición de la Sociedad Argentina de Horticultura 2017 en categoría Bonsai.

 - Participación en el XVII Bonsai Matsuri 2021 del

Jardín Japonés de Buenos Aires.

- Participación en el XVIII Bonsai Matsuri 2022 del 

Jardín Japonés de Buenos Aires.

Participación en la exposición Japón en Avellaneda 2023.

- Dictado de una charla online sobre el Bonsai Nativo para la

 Fundación Guido Buffo de Córdoba, Argentina.

- Dictado de charlas para los alumnos del Instituto Modelo 

Ricardo Gutiérrez de San Justo, Buenos Aires en 2010.

   - Dictado de charlas en la Escuela de Estética  1 

Violeta Parra de San Martín, Buenos Aires en 2017.


Escuela de Estética N°1.


Para finalizar, desde el año 2010 llevo practicando Bonsai con más de 120 especies

 nativas de Buenos Aires y del resto de Argentina.

Investigando el potencial de especies de la costa Rioplatense y del resto de la

 Ecorregión Pampeana. Y la cuenta sigue...


domingo, 24 de diciembre de 2023

SAJUNA, el Jacaranda.


Para cualquier persona que practica el Arte del Bonsai Geijutsu como vía de superación personal, ver florecer a su Bonsai, es un premio a la dedicación, al esfuerzo, a los cuidados y a la paciencia, entre otras virtudes. Las cuales representan el vínculo entre el ser humano y el ser vegetal. Según entiendo, una de las más maravillosas experiencias que la jardinería puede ofrecer. 

La flor con el último aliento de la temporada.


El día 9 de Diciembre de 2023 ha sido en lo personal una fecha que marca un sueño cumplido. Quienes han intentado aplicar las técnicas del Bonsai a una especie como el Jacarandá, seguramente anhelan ese momento de verlo florecer. 

Desde ya que cualquier Bonsai que florece es motivo de satisfacción, más aún todavía, si llegara a dar frutos. Se siente que se cumple con la finalidad del ciclo de vida de la especie. 

Pero en el caso del Jacarandá no es tarea fácil, por las características de desarrollo que posee y que vamos a analizar en esta nota.
Es un árbol que puede llegar a una altura de más de 15 mts. porque vive en la selva pedemontana de la ecorregión de las Yungas (del quechua yunka que significa "valle cálido"). Tiene una importante dominancia apical. Sus hojas son compuestas y pueden tener más de 40cm de largo. Con estos datos ya se puede intuir que miniaturizar un Jacarandá no será tarea sencilla. A esto debemos sumar que la ramificación no es densa  ni mucho menos compacta, y que las flores salen en las puntas de las mismas. 

Para el caso del ejemplar que nos convoca en esta ocasión especial, fui pensando en un tipo de estrategia de diseño teniendo en  cuenta estas conductas naturales comentadas anteriormente. Este árbol llega a mis manos con 2 años de cultivo, hecho de semilla en 2006. En aquel momento no sabía cómo sería la experiencia de cultivarlo, pero si tenía claro que debería podar poco si quería tener chances de que pueda florecer. Por eso no le hice ninguna foto , era un pequeño plantin y no representaba mas que un lejano ideal futuro. Allá por el año 2013 lo pasé a la tierra para que engorde un poco el tronco por unos 4 años aproximadamente. Posteriormente lo pasé a una maceta de entrenamiento hasta que  desde hace unos 5 años ya viene siendo cultivado en la maceta actual. En este largo periodo de tiempo fue surgiendo la idea de realizar un diseño alargado con ramas en la parte superior del tronco. Algo parecido al estilo Bunjin japonés, aunque muy liberado en cuanto a reglas de diseño clásicas orientales.  Y desde ya poca poda.  

Año 2021
Imagen del año 2021.

Se fueron 15 años para llegar a Noviembre de 2023 cuando tres de sus   cinco ramas comenzaron a florecer, pero a los pocos días se fueron desvaneciendo, tal vez a causa del transplante que viene necesitando. 
Sin embargo, la rama más pequeña tomó la posta y "se decidió" finalmente a intentar florecer. 
Caprichos de la naturaleza, sólo una flor para la foto.

La flor del Jacarandá es una inflorescencia racimosa compuesta de racimos que van decreciendo de tamaño hacia el ápice. Transcurrieron unos 10 días y la inflorescencia perdió los pimpollos, excepto por uno que siguió su desarrollo para florecer por primera vez. Al ser una bignoniácea, como los Lapachos (ex Tabebuia) cada flor tiene esa típica forma de trompeta característica. Acá en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores hace dos periodos de floración, uno en Noviembre y otro con menos intensidad en Marzo. 




A los dos días de haber abierto, la flor finalmente se cayó. 
Lo que viene de aquí en adelante será un transplanté a una nueva maceta con la intención de que en la próxima primavera 2024 tenga una floración más abundante y por más tiempo. ¿Podría darnos una sorpresa en Marzo proximo cuando termine este verano 2024...? No lo sé, ya veremos...






Si...llevó mucho tiempo, pero este Jacarandá hecho de semilla ya ha madurado y crecido, ha comenzado una nueva etapa. A partir de ahora en cada Noviembre florecerá para dar sus frutos. Sus células ya lo saben, han llegado al desarrollo necesario para conseguirlo. Y para completar esta consagración "vegetal", llegó el momento de darle un nombre. Bien merecido lo tiene.







Se llamará SAJUNA
 que significa violeta
en lengua aymara. 
De esta manera SAJUNA es el primer ejemplar de Bonsai Pampeano con nombre propio. 
Antes de finalizar esta entrada del blog van algunas consideraciones. No tengo establecida una metodología para recomendar aún, no es la idea de la presente nota. Pero seguramente teniendo en cuenta estas pautas que se mencionan más arriba, sea posible llegar a ver con flores a un Bonsai de Jacarandá. Tampoco se encuentra información al respecto, ni siquiera es común ver Bonsais de Jacarandá florecidos. Quedaría hacer la prueba de acodar alguna rama en flor de algún Jacarandá que esté plantado en el suelo.
O también se podría probar con técnica de injerto, tal vez, son posibilidades que habría que probar. 
Por el momento, el objetivo de estas líneas es que SAJUNA sea un insprirador para que se motiven a cultivar a este árbol Jacarandá tan particular y poco difundido como Bonsai. La delicadeza y belleza de su floración lo merecen.




 







sábado, 24 de diciembre de 2022

Los Molles de Punta Rasa.

 

 

La Reserva Natural de Punta Rasa se encuentra en la localidad de San Clemente del Tuyú, Pdo.de La Costa, Pcia. de Buenos Aires, Argentina. Después de varios viajes por aquel lugar,se puede observar en gran parte de la zona de la reserva y en los alrededores de ésta, la presencia de manchones o pequeñas formaciones boscosas de un árbol nativo de la eco-región pampeana.

Desde Bonsai Pampeano se busca, a través del Bonsai,  poder difundir y dar a conocer  los árboles autóctonos de la eco-región Pampeana. También de otras regiones argentinas, por supuesto. Aunque todavía la mayoría de las personas que viven en la llanura de la eco región pampeana ,suelen pensar que no hay árboles en esta región o simplemente los desconocen.

 Justamente es el caso de el SCHINUS LONGIFOLIUS, el único "Molle bonaerense y pampeano", no hay otro en esta región. Se le llama comúnmente Molle, Incienso pero también le dicen "Molle Rastrero".

Resulta que saliendo de la ciudad de San Clemente, rumbo a la reserva, se entra en el camino que atraviesa  al Cabo San Antonio. Al momento de dejar atrás las ultimas calles de concreto y asfalto, el camino se hace de arena y conchilla y conduce hacia varios lugares: La Reserva Natural Punta Rasa y al Faro San Antonio, entre otros.

A los costados de este camino aparecen los primeros grupos de Molles de una altura de entre 5 y 6 metros.

Curiosamente, al internarse dentro de la reserva en el cabo San Antonio, uno se va aproximando al extremo norte de la reserva y los Molles se van achicando en altura hasta formar un aspecto de árbol rastrero ya en la últimas dunas con vegetación próxima a la costa de la Punta Rasa misma.






 

Es interesante y no menos curioso, el hecho de que los Molles son los únicos aboles nativos que se encuentran en la reserva, no están acompañados por ningún Tala, Coronillo o cualquier otra especie típica de este ambiente, como se puede observar en los alrededores del Faro San Antonio. En estas tierras medanosas y barrosas, los Molles de Punta Rasa toman formas por demás interesantes para el ojo del bonsaista. Es una especie muy plástica y resistente a climas rigurosos. Algo que se distingue en las nubes que forman sus copas en los ejemplares de mas altura. 

Estos Molles son inspiradores y revelan los posibles diseños, conductas y comportamientos para cultivarlos en bandejas.Muchas veces sucede que es difícil encontrar arboles nativos en estado conservado, lo que permite verificar sus siluetas, formas, contornos y demás características posibles de la especie que se trate. Al no poder encontrar ejemplares autóctonos en su estado natural, se complica el hecho de poder realizar un Bonsai autóctono en armonía genuina. Esto pasa con muchas especies:  Sarandí , Blanquillo, Quebrachillo, Tembetarí o Espina de Bañado, por nombrar algunas.

Afortunadamente no es el caso de los Molles de Punta Rasa. Allí están desde mucho tiempo, esperando ser reconocidos y revalorizados, junto a las demás especies nativas de la Reserva Natural Punta Rasa.  


Desde este pequeño espacio dentro del vasto mundo de la web, Bonsai Pampeano intenta despertar la curiosidad del pueblo de San Clemente que tanto lucha por resguardar a su querida y hermosa Reserva Natural Punta Rasa, para conocer, distinguir, valorar y proteger a estos Molles tan nativos como el barro mismo de la reserva. Incluirlos como un factor de interés adicional dentro de la oferta de ecoturismo, hecho que desafortunadamente todavía no está pasando.

 




Es verdad la frase que dice "no se ama lo que no se conoce", por ello es el motivo de estas líneas que ojalá sirvan de gatillo inspirador para resaltar a los bellos Molles de Punta Rasa.

martes, 21 de septiembre de 2021

MARCELINA SERROT. LA TRASCENDENCIA*.

Intentar adentrarse en la historia del Bonsai Argentino no es tarea fácil, sin embargo hay una ventaja, es una práctica que no lleva muchos años de vida. Muy diferente sería en algún país oriental, como ser China por dar un ejemplo, dónde se puede afirmar que la tradición del cultivo de árboles en bandeja lleva no menos de 1200 años.

Resulta que en esa historia joven pero intensa del arte del Bonsai en nuestro país, aparece una figura femenina que logró ir más allá de su personalidad y entender una realidad ineludible para todos los mortales (en algún momento deberemos partir de este mundo).

Quienes pueden transmitir una práctica como el Bonsai desde esta perspectiva pueden ser considerados maestros, porque entienden algo que es una ley inexorable, los Bonsai deben trascender al bonsaista que los realizó.

Marcelina Serrot de Kuttnig es el nombre de esa mujer que supo trascender y ser la primer maestra de Bonsai en Argentina. Y desde Bonsai Pampeano ya era hora de hacer un reconocimiento a su figura.


Quienes han podido estar cerca de ella, coinciden acerca de su pasión por esta práctica, lo que seguramente la llevó con el paso de los años a sentir la necesidad de transmitirla a otras personas, como lo hizo con ella su maestro, un médico, botánico y veterinario japonés que se llamaba Katsusaburo Miyamoto.

Aquí es donde empieza la relación de aquella señorita Marcelina Serrot con los Bonsai, una relación que la llevaría a transformarse en la primera difusora del Bonsai Argentino. Seguramente con aciertos y errores, con virtudes y defectos, pero con pasión y amor a sus pequeños árboles.

Con una personalidad "bohemia" Marcelina logró llegar a esa trascendencia de su figura, a través de sus aprendices y discípulos. Así la describen hoy en día algunos de estos bonsaistas que estuvieron a su lado. Estos apasionados entusiastas de los inicios del Bonsai Nacional, son quienes van a dar forma a esta especie de nota-homenaje a su mentora Marcelina, quienes brindaron su testimonio desinteresadamente a este blog y a quienes va un inmenso agradecimiento por permitir rescatar del olvido algunos datos, anécdotas y recuerdos, de manera de poder darlos a conocer a quienes hoy siguen escribiendo las páginas de la historia del Bonsai en nuestro país.

Un apartado merece el término "bohemia" que significa lo siguiente: estilo de vida que se aparta de las convenciones sociales y que privilegia el arte y la cultura por sobre las cosas materiales. Por extensión, una persona bohemia es aquella que lleva este tipo de vida. Con frecuencia se llama bohemio a alguien excéntrico, rebelde, que no se ajusta a las reglas.

La personalidad de Marcelina se ajusta a esta definición, así lo recalca uno de sus discípulos y amigo personal, que la acompañó en los últimos 7 años de su vida.

 Marcelina nació en el año 1911 ,según información brindada gentilmente por Sergio Luciani en un artículo escrito junto a Marita Gurruchaga en el año 2010. Se casó en segundas nupcias con el coronel del Ejército Günter Kuttnig, del cual quedó viuda .

Datos muy concretos sobre la historia de Marcelina fueron dados a conocer por el Ing. Agrónomo Santiago Ghedini en su libro (gran contribución al Bonsai en Argentina)  "Bonsai Criollo", donde describe información brindada por su primer maestro, el Dr.Aguirre, también discípulo de nuestra homenajeada. En las páginas de este importante libro ,se puede leer lo siguiente: "...Marcelina da sus primeros pasos en el Bonsai a los veinte años con árboles autóctonos, a partir de semillas de Chañar, Palo Borracho y Ombúes. Hacia 1940 se dedica al dictado de cursos a sus amigos y conocidos, además dicta conferencias en distintas escuelas sin dejar de estudiar y practicar todos los secretos de este antiguo arte formando una gran colección que alcanzó a contar con miles de ejemplares. Desde Rosario se traslada a Buenos Aires donde comienza a dictar cursos de Bonsai y a formar parte de exposiciones en importantes Asociaciones y tiendas comerciales de renombre, como por ejemplo Harrods


. Siendo por muchos años activa divulgadora del Arte del Bonsai no solo de nuestro país , sino también en países vecinos como Uruguay". Acá ya se nota la proyección internacional que empezaba a adquirir Marcelina...
Al respecto, describe Ghedini que en el año 1977 Marcelina funda y preside la primera asociación de Bonsai de nuestro país, que se llamó "Asociación Argentina de Bonsai" lo que le permite recorrer el mundo entero asistiendo como invitada a la Convención de Miami Beach y a las Convenciones internacionales  de  Osaka (Japón) en los años 1980, 1982, 1983,1985 y 1986. También se hizo presente en Atlantic City, Los Angeles, Hawai, Nueva York, Washington y Valencia.


Ya en 1991 la "Asociación Argentina de Bonsai" logra su personería jurídica y cambia su nombre por el de"Asociación Argentina de Bonsai Marcelina Serrot de Kuttnig" como consecuencia a su meritoria labor.


 Además de esta información ya publicada  en Bonsai Criollo ,se pueden agregar algunos datos más. Marcelina fue docente y profesora en letras. Las clases de Bonsai con Marcelina eran teórico-prácticas en su casa, durante los días de semana. Los Domingos con ayuda de alguno de sus aprendices, trabajaba sus propios bonsai. El sustrato que usaba era a base de tierra, arena, resaca y perlita.  Tenía una colección de ejemplares únicos, organizaba exposiciones para que cada alumno expusiera sus trabajos. En sus viajes a Japón visitaba la zona de Omiya, en Saitama; lugar más conocido como "La Villa del Bonsai" ( Bonsai Village )**.

Otros datos que se pueden agregar vienen de la mano Mónica Casado*** que nos comenta lo siguiente: "No conocí a Marcelina en persona. Accidentalmente me encontré en una exposición de bonsai, donde adquirí dos ejemplares, los numeros. 3 ( de Febrero de 1996 – Año 1 ) y 4 ( sin fecha – Año 1 ), de la Revista Sólo Bonsai, publicación de la Asociación Argentina de Bonsai, por ella fundada. En la página 1 del nro. 3, el Sr. Horacio Miranda (Director del Staff de la revista y, aparentemente Presidente de tal Asociación) , comenta lo siguiente: “luego de casi dos años de inactividad motivada por la enfermedad y posterior  fallecimiento de la fundadora y Presidenta, un núcleo de socios reunidos en Asamblea el 10/12/94, resolvieron continuar la labor emprendida en 1977 por “Doña Marcelina”,editar una revista cuyo primer número vió la luz en el mes de Junio con el nombre de Sólo Bonsai.”( Nota : se supone de 1995 ya que la revista es de febrero de 1996 ).



En la otra revista, el número 4, en una nota de la página 10, Carlos Nemerowsky hace un comentario sobre sus propios cipreses cultivados todos desde semilla ,aclara ,“sin olvidar un ejemplar que le obsequió Marcelina Serrot en 1988”. Y en la página central de este mismo número 4, se publica una foto con dos ejemplares, de los cuales uno parece ser un ombú y el otro posiblemente una conífera, que reza: “1981. Asoc. Arg. De Bonsai. Marcelina Serrot de Kuttnig“



.Una de las personas que pisaron las terrazas de la casa de Marcelina de la calle Quirno 644 A en el barrio porteño de Flores, ha sido ,entre otros, el maestro Damián Carlini. Muy gentilmente, Damián comenta que allá por el año 1986, ella tenía esas terrazas llenas de bonsais de todos los tamaños..Y asegura que Marcelina fué la única persona a quien el Dr. Miyamoto enseñó la práctica del Bonsai. Algo que corrobora también una nota periodística de aquellos años. Otro dato interesante que aporta Carlini es que Marcelina también llegó a participar de un congreso Europeo de Bonsai con Paul Lesniewicz.



 

Tenía Marcelina un buen nivel económico, lo cuál facilitó mucho sus contactos a nivel internacional y le permitió también adquirir bonsais importados desde Japón mismo. Por ejemplo unos 3 o 4 Goyomatsu o pinos blancos (Pinus parviflora), un clásico entre los pinos japoneses, junto a otras especies. Se puede, con estos datos, dimensionar la figura de Marcelina, lo que la colocaba en una posición única como referente pública indiscutida del Bonsai Argentino por aquellos años 80...

En especial, una referente desde el punto de vista de la difusión y transmisión de una práctica oriental , cuyos conocimientos prácticamente no existían en estas lejanas tierras argentinas, de no ser, claro está, por ciertos inmigrantes japoneses. El Dr. Katsusaburo Miyamoto, Sadao Kawaguchi y Toshio Chinen son algunos ejemplos. Este último, más conocido como "Hirata", sin duda alguna ha sido un pionero del Bonsai Nacional, pero se dedicaba a la producción de bonsais. Algunos de estos ejemplares aún hoy en día siguen siendo de los más importantes  y destacados en nuestro país. 

No han faltado en aquellos tiempos ciertos comentarios acerca de una supuesta rivalidad entre Marcelina e Hirata, que no existía en los hechos, porque sus trayectorias iban por senderos diferentes. Marcelina era una maestra que difundía y transmitía la práctica del Bonsai pero no era productora como Hirata. Existe una linda anécdota al respecto, un discípulo muy cercano a Marcelina que también era amigo de Hirata logra en una oportunidad que se puedan reunir, llevando a Marcelina de visita con Hirata, uniendo así a dos grandes figuras, disipando cualquier tipo de diferencias.

Otras anécdotas dan cuenta que Marcelina era amiga del mismísimo John Yoshio Naka ,para muchos el maestro precursor del Bonsai en el continente americano. Sus libros llamados "Técnicas del Bonsai", son como biblias aún hoy para instruir a quienes desean iniciarse en la vía del Bonsai. Desde ya, esos libros de Naka eran la base teórica que tenía Marcelina para enseñar una vez por semana a sus aprendices y por supuesto sumado a los conocimientos de su maestro Miyamoto. 

En la foto se aprecia uno de los ejemplares de John Naka autografiado de puño y letra por él mismo. El libro fué traído por Marcelina a uno de sus aprendices, fruto de uno de los varios viajes de visita a la casa del sensei en California.  


Una gran amiga de este Blog que pudo asistir a cursos de Marcelina, la Sra.Cristina Carranza*** nos                comenta lo siguiente: Conocí a Marcelina en una exposición de jardinería en la Rural, una señora amorosa y muy empeñada en dar a conocer su arte, repartía volantes de los cursos que daba en su casa de la calle Quirno. La he vuelto a ver en exposiciones de Fericota , siempre repartiendo volantes. Yo siempre con la idea de ir y no me decidía, hasta que en el año 1985 nos animamos con una amiga. Comenzamos justo un día de la primavera en el cual, Marcelina hizo una transformación de un Abeto de vivero. En una hora y media quedó un bonsai espectacular, alambrado y en su maceta adecuada. Por supuesto quedamos enloquecidas. Siempre admiré su sabiduría, daba todos sus conocimientos con mucha tranquilidad. Solía contar que  había aprendido todo lo que sabía del Dr. Miyamoto en Rosario, que era donde ella vivía de chica. La secundaba  su soldado fiel Leontina, quien la ayudaba y supervisaba en todo.

Marcelina nos mostraba todos sus bonsai que tenía en dos grandes terrazas y contaba la historia de cada uno.

  Tenía unos mame bonsai deliciosos , una Gorrita de Vasco 
(Farfugium japonicum) en un dedal, algunos pequeños Iris que florecían, etc.Recuerdo una anécdota de uno de sus viajes a Japón, en que traía piedras para Suiseki (no se si en realidad en esto también fué pionera en Argentina), como las famosas piedras crisantemum. Al llegar a Ezeiza, toma un taxi, llega a su casa y al bajar las valijas, el chofer le dice: " Ayy señora!..¿que trae,...piedras?". Y Marcelina le responde: "que sí...". Terminaron riendo pero el chofer quedo asombrado.

Ella siempre nos decía: "aprovechenme porque ya soy grande y no sé cuanto más voy a estar enseñando...". Sus últimos años los pasó en Rosario hasta que murió en el año 1993.

 De esta manera, en definitiva, Marcelina Serrot ha quedado en las páginas de la historia del Bonsai en Argentina. Una historia que sigue llenándose de hermosos ejemplares, que sin dudas deben sorprender a muchos entusiastas de todo el mundo, en un momento donde las redes sociales comparten información al instante. En honor a Marcelina y a muchas otras figuras relevantes que hicieron su contribución en paciente silencio, se impone el deber de llevar al Bonsai Argentino al más alto grado de refinamiento, calidad y belleza posible. Para esto no hay otra que seguir difundiendo y preparando a más camadas de futuros artistas del Bonsai. Es una responsabilidad que tenemos quienes estamos involucrados en esta actividad.




Una flora autóctona argentina aún desconocida para tantos compatriotas con ejemplares que merecen ser mostrados al mundo en toda su esencia y magnitud. Algo que permite la práctica del Bonsai y que al mismo tiempo inspira las letras de este blog.






* Un especial agradecimiento para quienes brindaron a Bonsai Pampeano su ayuda en la creación de esta nota con datos, fotos, recortes y la mejor predisposición:  Cristina Carranza, Damián Carlini ,Sergio Luciani, Julio Vergara, Jorge Costosa, Tita y Rubén Pidoto Díaz y Mónica Casado entre otros. Muchísimas gracias por los valiosos aportes.

**http://bonsaipampeano.blogspot.com/p/la-villa-de-los-bonsai-en-omiya-japon.html?m=1

 *** Fotos por cortesía de Tita y Rubén Pidoto Díaz, Cristina Carranza y Mónica Casado.