Encontrar la identidad nativa del Bonsai en Argentina.

Iniciarse en la práctica del Bonsai es como un viaje hacia un mundo algo desconocido del que parecemos ajenos, mas aún en estos tiempos que corren donde la rutina produce una profunda sensación de encierro dentro del sistema de vida.
A medida que uno avanza en el sendero se empieza a tomar conciencia del reino vegetal, el cual está formado de seres vivos, a quienes les debemos la vida en este planeta.
La vía del Bonsai permite entrar en contacto con ese mundo de la naturaleza y llegado a este punto, comienzan a producirse cambios en nuestro interior por muchas razones, producto de la relación "Hombre-Árbol".

Hace ya varios años que inicié este viaje en la práctica del Bonsai y cuanto mas se aprende, surgen más preguntas y más experiencias por vivir y con el paso de los años resulta que nuestros bonsai son la excusa para re-descubrirnos.Pasaron ya 10 años en que nació este concepto llamado "bonsai pampeano" con el objetivo de comenzar a fusionar la aplicación de las técnicas del Bonsai con las especies nativas, especialmente de la Ecoregión Pampeana. Y así tratar de incentivar a todos los bonsaistas argentinos a que se sumen en esta iniciativa en todos los rincones del país. Acompañando a quienes en silencio trabajan en difundir, proteger y reproducir a nuestras especies nativas. Un desafío más en el viaje del bonsaista a través del mundo de la naturaleza.

viernes, 24 de julio de 2020

10 años de Bonsai Pampeano.

Tal vez se diga fácil, pero al ritmo que va la vida por estos tiempos, no es poco llegar a una década con un proyecto. Paradójicamente , diez años desde la perspectiva del Arte del Bonsai, es un abrir y cerrar de ojos. Y si no lo fuese...,¿ que se podría sentir al estar parado frente a un Bonsai de más de 500 años de antiguedad, como los que hay en Japón?.
De todos modos ,el tiempo es relativo, dicen los que saben.
Espinillo
Flores de Espinillo (ex Acacia caven)
 Afortunadamente, en este sendero, lo más importante es el iniciarse y de a poco ir desarrollando un proceso evolutivo personal, que vendrá dado de la relación entre el practicante y sus pequeños árboles. Sería como ir subiendo una montaña, desde el inicio del sendero  es una experiencia apasionante, a medida que uno progresa y avanza, va cambiando la perspectiva del paisaje. Lo mismo sucede con la práctica del Bonsai y muchas otras.
Así durante esta década, dentro del catálogo clásico de especies que se trabajan como Bonsai  en el mundo oriental, el concepto de paisaje nativo y las plantas que lo componen se ha ido abriendo paso en lo personal. Este proceso en particular se convierte en una tarea de investigación a ciegas, debido a que no hay casi nada de información previa con la gran mayoría de especies nativas que se podrían     tener en cuenta.
Carqueja (baccharis articulata)
Carqueja (baccharis articulata)
Particularmente en la provincia de Buenos Aires, su eco-región pampeana es la predominante y justamente, no se destaca  por tener una gran diversidad arbórea. Y si a esto le   sumamos el avance de las grandes ciudades y su complejo   agroindustrial, se llega a un punto en el que hasta cuesta mucho   encontrar árboles nativos intactos como para, mínimamente , poder   contemplar sus siluetas y tratar de reproducirlas en bandejas.

Siete Sangrias (cuphea fruticosa)
Siete Sangrías (Cuphea fruticosa)
Pero desde el 2010 hasta hoy en día, el panorama en cuanto a difusión y reproducción para la venta de árboles y plantas nativas, ha cambiado drásticamente. Cada vez más , se puede ver un creciente interés del público en general tanto por el mundo de las plantas nativas de cada región de Argentina, como también por el Arte del Bonsai. Sin dudas, las tecnologías de las redes sociales han promovido este cambio. Por ello es que Bonsai Pampeano se va haciendo un lugar en Facebook e Instagram, como para sumar un pequeño granito de arena en la difusión de estos dos enfoques unidos, por un lado las plantas nativas y por el otro la práctica del Bonsai.
El balance hasta ahora es muy positivo, las redes sociales permiten intercambiar experiencias con los colegas de otras provincias del país, inclusive de países vecinos, por eso de que las plantas no entienden de límites políticos. Entonces se puede avanzar y desarrollar mejores estilos y diseños, para lo cual es necesario ir a buscar dónde están los árboles nativos, tomar contacto con ellos, observarlos, fotografiarlos y comprender sus características. Lamentablemente, muchas veces, cuesta encontrar a esos viejos árboles en estado salvaje, por eso es fundamental el rol que cumplen las reservas naturales gubernamentales y privadas, donde a veces se pueden encontrar los últimos relictos de algunos ejemplares.
Uno de los roles interesantes que se desprenden del bonsai con plantas nativas, es que a veces, no se consigue material fácilmente, esto conlleva a tener que buscar métodos para reproducir las especies. A veces es una gran satisfacción lograr esquejar por ejemplo, endemismos que están en peligro de desaparecer.
Ombusillo en flor (Phitolacca tetramera)
El Ombusillo es un ejemplo de ésta problemática. De alguna manera, la práctica del "Bonsai nativo" se tiñe de un perfil naturalista, donde se cuida mucho no poner en riesgo la vida de la planta. Los restos de poda siempre pueden servir para intentar la reproducción y así poder sumar biodiversidad, aunque mas no sea en una pequeña maceta de algún balcón de la gran ciudad.
Cultivar bonsais nativos se disfruta por partida doble, es muy gratificante saber que para una porción del público que no tiene grandes espacios verdes en sus hogares, la práctica del Bonsai les brinda la posibilidad de estar en contacto con esos árboles, arbustos y hierbas que por un tema de espacio no pueden tener. Los árboles nativos esconden también, en muchos casos, un pasado ancestral al que se puede acceder provocando en cada bonsaista un arraigo con el lugar donde se vive. Un kusamono de una flechilla (stipa sp.) puede evocar una imagen de la infancia local, recuerdos de un pasado que nos pertenece.
Oxalis articulata
Oxalis articulata
También en estos años, descubrir el mundo de las plantas nativas no hubiese sido posible sin el aporte de varias figuras destacables que se vienen dedicando desde hace ya varias décadas a la investigación y difusión, inclusive desde dentro del ámbito del Bonsai nacional. Pasando por la primera bonsaista de nuestro país, la mundialmente reconocida Marcelina Serrot de Kuttnig, quien ya en los años setenta venía proclamando la defensa y protección de nuestra flora autóctona, hasta nuestros días con personalidades como Rita Urabayen y Cristina Carranza que además, en lo personal, son un soporte de consulta y ayuda permanente. Hablando de ayuda, fueron muchos los naturalistas y productores de plantas nativas que han colaborado con este espacio, por ejemplo: Alejandro Galup, Pato Castano de Ecoespacio Nativas y Gaston Rodriguez Tourón, para quienes va este agradecimiento muy especial.

Tala
Recordando este aniversario, Bonsai Pampeano renueva los deseos para las próximas décadas, de seguir el sendero del descubrimiento de nuevas especies, que se presten para su cultivo en bandejas mediante la práctica del Bonsai,  para contribuir desde esta perspectiva a la difusión y cultivo de las plantas nativas de la ecorregión pampeana y de otras regiones de nuestro gran territorio argentino.