Encontrar la identidad nativa del Bonsai en Argentina.

Iniciarse en la práctica del Bonsai es como un viaje hacia un mundo algo desconocido del que parecemos ajenos, mas aún en estos tiempos que corren donde la rutina produce una profunda sensación de encierro dentro del sistema de vida.
A medida que uno avanza en el sendero se empieza a tomar conciencia del reino vegetal, el cual está formado de seres vivos, a quienes les debemos la vida en este planeta.
La vía del Bonsai permite entrar en contacto con ese mundo de la naturaleza y llegado a este punto, comienzan a producirse cambios en nuestro interior por muchas razones, producto de la relación "Hombre-Árbol".

Hace ya varios años que inicié este viaje en la práctica del Bonsai y cuanto mas se aprende, surgen más preguntas y más experiencias por vivir y con el paso de los años resulta que nuestros bonsai son la excusa para re-descubrirnos.Pasaron ya 10 años en que nació este concepto llamado "bonsai pampeano" con el objetivo de comenzar a fusionar la aplicación de las técnicas del Bonsai con las especies nativas, especialmente de la Ecoregión Pampeana. Y así tratar de incentivar a todos los bonsaistas argentinos a que se sumen en esta iniciativa en todos los rincones del país. Acompañando a quienes en silencio trabajan en difundir, proteger y reproducir a nuestras especies nativas. Un desafío más en el viaje del bonsaista a través del mundo de la naturaleza.

martes, 21 de septiembre de 2021

MARCELINA SERROT. LA TRASCENDENCIA*.

Intentar adentrarse en la historia del Bonsai Argentino no es tarea fácil, sin embargo hay una ventaja, es una práctica que no lleva muchos años de vida. Muy diferente sería en algún país oriental, como ser China por dar un ejemplo, dónde se puede afirmar que la tradición del cultivo de árboles en bandeja lleva no menos de 1200 años.

Resulta que en esa historia joven pero intensa del arte del Bonsai en nuestro país, aparece una figura femenina que logró ir más allá de su personalidad y entender una realidad ineludible para todos los mortales (en algún momento deberemos partir de este mundo).

Quienes pueden transmitir una práctica como el Bonsai desde esta perspectiva pueden ser considerados maestros, porque entienden algo que es una ley inexorable, los Bonsai deben trascender al bonsaista que los realizó.

Marcelina Serrot de Kuttnig es el nombre de esa mujer que supo trascender y ser la primer maestra de Bonsai en Argentina. Y desde Bonsai Pampeano ya era hora de hacer un reconocimiento a su figura.


Quienes han podido estar cerca de ella, coinciden acerca de su pasión por esta práctica, lo que seguramente la llevó con el paso de los años a sentir la necesidad de transmitirla a otras personas, como lo hizo con ella su maestro, un médico, botánico y veterinario japonés que se llamaba Katsusaburo Miyamoto.

Aquí es donde empieza la relación de aquella señorita Marcelina Serrot con los Bonsai, una relación que la llevaría a transformarse en la primera difusora del Bonsai Argentino. Seguramente con aciertos y errores, con virtudes y defectos, pero con pasión y amor a sus pequeños árboles.

Con una personalidad "bohemia" Marcelina logró llegar a esa trascendencia de su figura, a través de sus aprendices y discípulos. Así la describen hoy en día algunos de estos bonsaistas que estuvieron a su lado. Estos apasionados entusiastas de los inicios del Bonsai Nacional, son quienes van a dar forma a esta especie de nota-homenaje a su mentora Marcelina, quienes brindaron su testimonio desinteresadamente a este blog y a quienes va un inmenso agradecimiento por permitir rescatar del olvido algunos datos, anécdotas y recuerdos, de manera de poder darlos a conocer a quienes hoy siguen escribiendo las páginas de la historia del Bonsai en nuestro país.

Un apartado merece el término "bohemia" que significa lo siguiente: estilo de vida que se aparta de las convenciones sociales y que privilegia el arte y la cultura por sobre las cosas materiales. Por extensión, una persona bohemia es aquella que lleva este tipo de vida. Con frecuencia se llama bohemio a alguien excéntrico, rebelde, que no se ajusta a las reglas.

La personalidad de Marcelina se ajusta a esta definición, así lo recalca uno de sus discípulos y amigo personal, que la acompañó en los últimos 7 años de su vida.

 Marcelina nació en el año 1911 ,según información brindada gentilmente por Sergio Luciani en un artículo escrito junto a Marita Gurruchaga en el año 2010. Se casó en segundas nupcias con el coronel del Ejército Günter Kuttnig, del cual quedó viuda .

Datos muy concretos sobre la historia de Marcelina fueron dados a conocer por el Ing. Agrónomo Santiago Ghedini en su libro (gran contribución al Bonsai en Argentina)  "Bonsai Criollo", donde describe información brindada por su primer maestro, el Dr.Aguirre, también discípulo de nuestra homenajeada. En las páginas de este importante libro ,se puede leer lo siguiente: "...Marcelina da sus primeros pasos en el Bonsai a los veinte años con árboles autóctonos, a partir de semillas de Chañar, Palo Borracho y Ombúes. Hacia 1940 se dedica al dictado de cursos a sus amigos y conocidos, además dicta conferencias en distintas escuelas sin dejar de estudiar y practicar todos los secretos de este antiguo arte formando una gran colección que alcanzó a contar con miles de ejemplares. Desde Rosario se traslada a Buenos Aires donde comienza a dictar cursos de Bonsai y a formar parte de exposiciones en importantes Asociaciones y tiendas comerciales de renombre, como por ejemplo Harrods


. Siendo por muchos años activa divulgadora del Arte del Bonsai no solo de nuestro país , sino también en países vecinos como Uruguay". Acá ya se nota la proyección internacional que empezaba a adquirir Marcelina...
Al respecto, describe Ghedini que en el año 1977 Marcelina funda y preside la primera asociación de Bonsai de nuestro país, que se llamó "Asociación Argentina de Bonsai" lo que le permite recorrer el mundo entero asistiendo como invitada a la Convención de Miami Beach y a las Convenciones internacionales  de  Osaka (Japón) en los años 1980, 1982, 1983,1985 y 1986. También se hizo presente en Atlantic City, Los Angeles, Hawai, Nueva York, Washington y Valencia.


Ya en 1991 la "Asociación Argentina de Bonsai" logra su personería jurídica y cambia su nombre por el de"Asociación Argentina de Bonsai Marcelina Serrot de Kuttnig" como consecuencia a su meritoria labor.


 Además de esta información ya publicada  en Bonsai Criollo ,se pueden agregar algunos datos más. Marcelina fue docente y profesora en letras. Las clases de Bonsai con Marcelina eran teórico-prácticas en su casa, durante los días de semana. Los Domingos con ayuda de alguno de sus aprendices, trabajaba sus propios bonsai. El sustrato que usaba era a base de tierra, arena, resaca y perlita.  Tenía una colección de ejemplares únicos, organizaba exposiciones para que cada alumno expusiera sus trabajos. En sus viajes a Japón visitaba la zona de Omiya, en Saitama; lugar más conocido como "La Villa del Bonsai" ( Bonsai Village )**.

Otros datos que se pueden agregar vienen de la mano Mónica Casado*** que nos comenta lo siguiente: "No conocí a Marcelina en persona. Accidentalmente me encontré en una exposición de bonsai, donde adquirí dos ejemplares, los numeros. 3 ( de Febrero de 1996 – Año 1 ) y 4 ( sin fecha – Año 1 ), de la Revista Sólo Bonsai, publicación de la Asociación Argentina de Bonsai, por ella fundada. En la página 1 del nro. 3, el Sr. Horacio Miranda (Director del Staff de la revista y, aparentemente Presidente de tal Asociación) , comenta lo siguiente: “luego de casi dos años de inactividad motivada por la enfermedad y posterior  fallecimiento de la fundadora y Presidenta, un núcleo de socios reunidos en Asamblea el 10/12/94, resolvieron continuar la labor emprendida en 1977 por “Doña Marcelina”,editar una revista cuyo primer número vió la luz en el mes de Junio con el nombre de Sólo Bonsai.”( Nota : se supone de 1995 ya que la revista es de febrero de 1996 ).



En la otra revista, el número 4, en una nota de la página 10, Carlos Nemerowsky hace un comentario sobre sus propios cipreses cultivados todos desde semilla ,aclara ,“sin olvidar un ejemplar que le obsequió Marcelina Serrot en 1988”. Y en la página central de este mismo número 4, se publica una foto con dos ejemplares, de los cuales uno parece ser un ombú y el otro posiblemente una conífera, que reza: “1981. Asoc. Arg. De Bonsai. Marcelina Serrot de Kuttnig“



.Una de las personas que pisaron las terrazas de la casa de Marcelina de la calle Quirno 644 A en el barrio porteño de Flores, ha sido ,entre otros, el maestro Damián Carlini. Muy gentilmente, Damián comenta que allá por el año 1986, ella tenía esas terrazas llenas de bonsais de todos los tamaños..Y asegura que Marcelina fué la única persona a quien el Dr. Miyamoto enseñó la práctica del Bonsai. Algo que corrobora también una nota periodística de aquellos años. Otro dato interesante que aporta Carlini es que Marcelina también llegó a participar de un congreso Europeo de Bonsai con Paul Lesniewicz.



 

Tenía Marcelina un buen nivel económico, lo cuál facilitó mucho sus contactos a nivel internacional y le permitió también adquirir bonsais importados desde Japón mismo. Por ejemplo unos 3 o 4 Goyomatsu o pinos blancos (Pinus parviflora), un clásico entre los pinos japoneses, junto a otras especies. Se puede, con estos datos, dimensionar la figura de Marcelina, lo que la colocaba en una posición única como referente pública indiscutida del Bonsai Argentino por aquellos años 80...

En especial, una referente desde el punto de vista de la difusión y transmisión de una práctica oriental , cuyos conocimientos prácticamente no existían en estas lejanas tierras argentinas, de no ser, claro está, por ciertos inmigrantes japoneses. El Dr. Katsusaburo Miyamoto, Sadao Kawaguchi y Toshio Chinen son algunos ejemplos. Este último, más conocido como "Hirata", sin duda alguna ha sido un pionero del Bonsai Nacional, pero se dedicaba a la producción de bonsais. Algunos de estos ejemplares aún hoy en día siguen siendo de los más importantes  y destacados en nuestro país. 

No han faltado en aquellos tiempos ciertos comentarios acerca de una supuesta rivalidad entre Marcelina e Hirata, que no existía en los hechos, porque sus trayectorias iban por senderos diferentes. Marcelina era una maestra que difundía y transmitía la práctica del Bonsai pero no era productora como Hirata. Existe una linda anécdota al respecto, un discípulo muy cercano a Marcelina que también era amigo de Hirata logra en una oportunidad que se puedan reunir, llevando a Marcelina de visita con Hirata, uniendo así a dos grandes figuras, disipando cualquier tipo de diferencias.

Otras anécdotas dan cuenta que Marcelina era amiga del mismísimo John Yoshio Naka ,para muchos el maestro precursor del Bonsai en el continente americano. Sus libros llamados "Técnicas del Bonsai", son como biblias aún hoy para instruir a quienes desean iniciarse en la vía del Bonsai. Desde ya, esos libros de Naka eran la base teórica que tenía Marcelina para enseñar una vez por semana a sus aprendices y por supuesto sumado a los conocimientos de su maestro Miyamoto. 

En la foto se aprecia uno de los ejemplares de John Naka autografiado de puño y letra por él mismo. El libro fué traído por Marcelina a uno de sus aprendices, fruto de uno de los varios viajes de visita a la casa del sensei en California.  


Una gran amiga de este Blog que pudo asistir a cursos de Marcelina, la Sra.Cristina Carranza*** nos                comenta lo siguiente: Conocí a Marcelina en una exposición de jardinería en la Rural, una señora amorosa y muy empeñada en dar a conocer su arte, repartía volantes de los cursos que daba en su casa de la calle Quirno. La he vuelto a ver en exposiciones de Fericota , siempre repartiendo volantes. Yo siempre con la idea de ir y no me decidía, hasta que en el año 1985 nos animamos con una amiga. Comenzamos justo un día de la primavera en el cual, Marcelina hizo una transformación de un Abeto de vivero. En una hora y media quedó un bonsai espectacular, alambrado y en su maceta adecuada. Por supuesto quedamos enloquecidas. Siempre admiré su sabiduría, daba todos sus conocimientos con mucha tranquilidad. Solía contar que  había aprendido todo lo que sabía del Dr. Miyamoto en Rosario, que era donde ella vivía de chica. La secundaba  su soldado fiel Leontina, quien la ayudaba y supervisaba en todo.

Marcelina nos mostraba todos sus bonsai que tenía en dos grandes terrazas y contaba la historia de cada uno.

  Tenía unos mame bonsai deliciosos , una Gorrita de Vasco 
(Farfugium japonicum) en un dedal, algunos pequeños Iris que florecían, etc.Recuerdo una anécdota de uno de sus viajes a Japón, en que traía piedras para Suiseki (no se si en realidad en esto también fué pionera en Argentina), como las famosas piedras crisantemum. Al llegar a Ezeiza, toma un taxi, llega a su casa y al bajar las valijas, el chofer le dice: " Ayy señora!..¿que trae,...piedras?". Y Marcelina le responde: "que sí...". Terminaron riendo pero el chofer quedo asombrado.

Ella siempre nos decía: "aprovechenme porque ya soy grande y no sé cuanto más voy a estar enseñando...". Sus últimos años los pasó en Rosario hasta que murió en el año 1993.

 De esta manera, en definitiva, Marcelina Serrot ha quedado en las páginas de la historia del Bonsai en Argentina. Una historia que sigue llenándose de hermosos ejemplares, que sin dudas deben sorprender a muchos entusiastas de todo el mundo, en un momento donde las redes sociales comparten información al instante. En honor a Marcelina y a muchas otras figuras relevantes que hicieron su contribución en paciente silencio, se impone el deber de llevar al Bonsai Argentino al más alto grado de refinamiento, calidad y belleza posible. Para esto no hay otra que seguir difundiendo y preparando a más camadas de futuros artistas del Bonsai. Es una responsabilidad que tenemos quienes estamos involucrados en esta actividad.




Una flora autóctona argentina aún desconocida para tantos compatriotas con ejemplares que merecen ser mostrados al mundo en toda su esencia y magnitud. Algo que permite la práctica del Bonsai y que al mismo tiempo inspira las letras de este blog.






* Un especial agradecimiento para quienes brindaron a Bonsai Pampeano su ayuda en la creación de esta nota con datos, fotos, recortes y la mejor predisposición:  Cristina Carranza, Damián Carlini ,Sergio Luciani, Julio Vergara, Jorge Costosa, Tita y Rubén Pidoto Díaz y Mónica Casado entre otros. Muchísimas gracias por los valiosos aportes.

**http://bonsaipampeano.blogspot.com/p/la-villa-de-los-bonsai-en-omiya-japon.html?m=1

 *** Fotos por cortesía de Tita y Rubén Pidoto Díaz, Cristina Carranza y Mónica Casado.